Seleccionar página
No te precipites

No te precipites

Estoy seguro de que todos habéis tirado alguna piedra a un agua completamente en calma. Es precioso. Primero un pequeño «estruendo» seguido de las increíbles ondas que van disminuyendo en tamaño al alejarse del centro. Y si dejamos pasar el suficiente tiempo todo vuelve a su calma. Parece que ese agua no se haya movido nunca.

¿Podemos aprender algo de este comportamiento? Yo creo que si, ¡podemos aprender mucho!

Nuestro comportamiento tiene mucho que ver con esta forma de funcionar. De repente tenemos una idea y nos parece genial, maravillosa, ¡la mejor idea que hemos tenido nunca! Tanto que en ocasiones abandonamos todo lo que estamos haciendo para ponernos de inmediato con esa idea. ¡Si no lo hacemos ahora nos la van a robar! O cuando de repente hacemos una compra compulsiva porque ¡lo necesito ya!

Hay muchos ejemplos pero todos tienen algo en común: la decisión la están tomando nuestras emociones, no nosotros. Es una especie de secuestro emocional. El problema es que cuando baja el subidón (de dopamina en este caso) nos damos cuenta de lo sobrevalorado de nuestra actuación.

leer más
La técnica del salmón

La técnica del salmón

Muchos sabréis (podéis leer algo más aquí) que los salmones son anádromos. Y tal y como explican en el link anterior eso significa que nacen en aguas dulces, migran al océano y vuelven a las aguas dulces para procrear. Se les atribuye la capacidad de volver al mismo sitio donde nacieron para reproducirse y los estudios recientes muestran que al menos un 90% de los salmones que remontan una corriente nacieron en ella. No se sabe cómo se orientan, pero puede que su fino sentido del olfato reconozca la química de su río natal.

¿Habéis visto alguna vez un vídeo de salmones remontando un río? Es impresionante, y si nunca lo habéis visto os recomiendo una búsqueda rápida en youtube ;)

Tienen que saltar para remontar las pequeñas (y a veces no tan pequeñas) cascadas, y muchos nunca lo consiguen. Algunos lo consiguen después de muchos intentos. Y además, supongo que entre otros muchos peligros (no soy precisamente experto en salmones), corren el peligro de ser devorados por un oso. ¿Por qué lo hacen?

leer más
No seas esclavo de las herramientas

No seas esclavo de las herramientas

La creación y el uso de herramientas es algo que diferencia al ser humano de otros animales. Y, como no podía ser de otra manera, el abuso también. Si bien el uso de herramientas facilita nuestro día a día, también pone a nuestra disposición un sin fin de posibilidades que hace que en numerosas ocasiones vayamos mucho más lejos de lo que verdaderamente necesitamos.

Hace unos días estaba en casa con un buen amigo y me vino a la cabeza una historia que sabía que le iba a encantar. Él es bastante simple, austero. No le gusta malgastar recursos. Le prometí que la pondría por escrito, y no se debe faltar a las promesas.

Los indios leñadores

Durante una de sus aventuras un grupo de exploradores, equipados con la última tecnología, se encontraron con un poblado indio que todavía se podía permitir el lujo de vivir al margen de la sociedad moderna. Los exploradores llevaban un traductor y decidieron, con el permiso de la tribu, quedarse unos días en el poblado para observar sus costumbres.

Los indios son gente sencilla. Cada mañana, después de desayunar, se iban al bosque y dedicaban gran parte de la mañana a talar un árbol. El resto del día lo dedicaban a cazar y por la noche cocinaban las presas en una buena hoguera hecha con la leña del árbol que habían cortado. Hacían más cosas, pero era a estas dos a las que más tiempo dedicaban. Uno de los exploradores llevaba días observando esta rutina y decidió hablar con el jefe de la tribu:

leer más
¿Qué le vas a dar al 2015?

¿Qué le vas a dar al 2015?

Por estas fechas suenan, además de villancicos, otras cantinelas de menor reputación pero igualmente extendidas: a ver qué tal se nos da el año que viene, espero que sea mejor que este, a peor no podemos ir, reza para que toque un año bueno… ¿en serio? ¿año tras año?

Al igual que digo que hay que salir de vez en cuando de la zona de confort, también pienso que para mejorar hay que centrarse en la zona de influencia. Hay cosas que no podemos cambiar y no podemos quedarnos mirando a ver qué pasa, ni debemos malgastar nuestra energía en ellas. Tenemos que centrarnos en lo que sí depende de nosotros, en nuestra zona de influencia, y actuar. Tenemos que centrarnos en lo que le vamos a dar al 2015 y no en lo que él va a devolvernos.

¿Qué le vas a dar al 2015? Tenemos que dejar de buscar excusas y atrevernos. Hacer más que pensar. Intentar más que soñar, ¡y soñar mucho! Hay pocos que cautiven contando las cosas que harán, sin embargo una buena historia contada en pasado es emocionalmente demoledora. No deja a nadie indiferente.

leer más
Cambiaré cuando…

Cambiaré cuando…

Se acerca el inicio de un nuevo año y como siempre mucha gente hará una lista de buenos propósitos. Este año voy a hacer más deporte, voy a comer mejor… ¿Por qué esperar? Si de verdad quieres cambiar algo, ¡hazlo ya! Y lo que es peor, y un poco más doloroso, ¿qué sucedió con los buenos propósitos del año pasado?

Y es que empezamos mal desde el principio. Solemos seguir el siguiente patrón, «cambiaré cuando…». En cuanto empiece el año me apunto al gimnasio, cuando tenga más tiempo libre leeré más, a partir del lunes dejo de fumar, les trataré de otra forma cuando ellos cambien… hay un millón de ejemplos. Y estaréis conmigo en que no es un patrón del que podamos obtener muy buenos resultados, ¿verdad? Sin embargo, lo que si nos da es una gran cantidad de excusas para evitar sentirnos mal con nosotros mismos.

Las personas solo cambiamos de verdad cuando nos damos cuenta de las consecuencias de no hacerlo
Mario Alonso Puig

leer más
¡Revisa tus creencias!

¡Revisa tus creencias!

Imaginar por un momento que un gato se sube a una estufa y se quema el culo. Lo más probable es que a partir de ese momento el gato no vuelva a subirse nunca a la estufa. Por un lado es normal, ya que como animal está programado para crear mecanismos de defensa que aseguren en la medida de lo posible la supervivencia. El problema es que si bien ese comportamiento es acertado cuando la estufa está encendida, cuando no lo está hace que el gato cometa un gran error: el gato no se subirá a una estufa FRIA para no quemarse el culo.

Las personas, como buenos animales, tendemos a comportarnos de manera similar. Por suerte nosotros tenemos la capacidad de replantearnos las cosas. Por desgracia lo hacemos sólo cuando las consecuencias de no hacerlo son demasiado peligrosas. Además, como vemos en la foto, estos dos gatos no parecen haberse quemado nunca el culo, ¿verdad? Está bien, ¡cambiemos de animal!

La parábola de la rana y la olla de agua hirviendo

Si se echa una rana a una olla con agua hirviendo, la rana dará un salto para salir inmediatamente de la olla. Y conseguirá salir con un buen susto pero sin mayores percances. En cambio, si se echa a la rana a una olla con agua del tiempo y poco a poco vamos subiendo la temperatura del agua de la olla, la rana no saltará. Se irá aclimatando poco a poco hasta que, desgraciadamente, sea demasiado tarde para saltar y muera hervida.

leer más
¿En qué te gustaría trabajar?

¿En qué te gustaría trabajar?

Permíteme que empiece con una pregunta que quizá te incomode, ¿por qué no lo estás haciendo ya?

Creo que el problema está en la pregunta, concretamente en la última palabra: trabajar. Mucha gente no está trabajando en lo que quiere porque no sabe cómo ganar dinero haciéndolo. O no el suficiente. ¿Qué sucedería si cambiamos esa última palabra? Por ejemplo, déjame que te pregunte ¿qué te gustaría ser? Empieza a ser más fácil, ¿verdad? Pero si hay una reflexión que tengo grabada a fuego en la cabeza es la siguiente: «la gente es lo que hace, lo que dice es lo que le gustaría ser», así que haré un último cambio y empezamos: ¿qué te gustaría hacer?

Así a lo tonto, cambiando un par de veces una sola palabra, hemos cambiado radicalmente nuestras posibilidades sobre nuestro objetivo. ¿No te lo crees? Tenemos un concepto curioso -y bastante alejado de la ciencia- sobre el trabajo. Según la wikipédia, «en mecánica clásica, se dice que una fuerza realiza trabajo cuando altera el estado de movimiento de un cuerpo». Yo no veo por ningún lado que el cuerpo le pague ningún dinero a la fuerza, ¿y tú?

El problema es que hemos creado un vínculo demasiado fuerte entre trabajar y ganar dinero cuando, en mi humilde opinión, este vínculo no es tan fuerte. O al menos no existe una correlación directa. Si bien son dos elementos que siempre van acompañados, no siempre que trabajamos más ganamos más dinero. No ganamos más dinero cuando trabajamos más, ganamos más dinero cuando trabajamos mejor, y para eso hace falta experiencia, práctica, aprendizaje, y nada de esto es posible sin pasar a la acción.

leer más
De aprendices y maestros a jefes y empleados

De aprendices y maestros a jefes y empleados

Creo que uno de los mayores problemas del mundo empresarial “moderno” es que hemos pasado de aprendices y maestros a jefes y empleados, pero se nos ha olvidado cambiar las reglas del juego.

Puede parecer lógico, al menos desde un punto de vista conservador, que un maestro tome las decisiones y un aprendiz acate las “órdenes”. Cuando hablamos de aprendiz y maestro todos tenemos clara la foto. Dos personas realizando el mismo, o casi el mismo trabajo, con la salvedad de que una tiene muchísima más experiencia y pericia que la otra. Y aunque creo que existe cierta predisposición, al talento se llega después de muchas horas de trabajo, así que no me parece mala forma de actuar.

leer más
¡Aduéñate de tu tiempo!

¡Aduéñate de tu tiempo!

Si hay algo de lo que nos tenemos que adueñar es de nuestro tiempo. ¡Es nuestra posesión más importante! Lloro cuando oigo cosas como «aquí, matando el tiempo». ¿Matando el tiempo? ¿En serio? ¡Regálamelo a mí! No digo que tengamos que estar todo el día haciendo cosas, digo que tenemos que adueñarnos de nuestro tiempo. Si queremos descansar, ¡hagámoslo! Pero no perdamos el tiempo.

Si existe una pérdida irremplazable, sin duda es la pérdida tiempo.

Los que me conocéis bien sabéis que tengo una costumbre algo diferente a la hora de ponerme las alarmas del móvil (para despertarme, para tomarme mis pastillas…). Me gusta utilizar horas raras. Por ejemplo, ahora mismo mi despertador suena cada mañana a las 8:24 y me recuerda a las 21:32 que ya debería haberme tomado mis pastillas. ¿Queréis saber por qué lo hago?

leer más
Yo medito, ¿tú meditas?

Yo medito, ¿tú meditas?

¿Qué tal vais de concentración? ¿Habéis probado a meditar alguna vez? Hay experimentos que confirman que cuanto más concentrado estás, menos activas la amígdala (esto se ha conseguido saber haciendo un seguimiento de resonancia magnética funcional sobre personas que meditaban, ya que la meditación es el estado más alto de concentración). Y en la amigdala tenemos nada más y nada menos que el centro de alarma de las emociones negativas. También se ha demostrado que la meditación desplaza el punto basal de la felicidad (aunque nuestro humor varía, al final regresamos a lo que se conoce desde 2004 como el punto nodal de la felicidad) hacia la derecha (más felices).

No soy ningún experto, pero desde hace unos años acostumbro a hacer ejercicios de relajación de vez en cuando. Una especie de meditación «light» que me sirve para tranquilizarme y descubrir qué arma tanto revuelo en mi cabeza cuando me noto tenso. También me sirve para controlar el estrés y para vaciar la cabeza de cosas antes de emprender alguna acción que requiera atención plena. ¿Queréis saber cómo lo hago?

leer más