* Este post termina una serie de entradas con las que compartiré el contenido de una charla que tuve el placer de dar a unos estudiantes de grado medio a punto de empezar su periodo de prácticas en empresas. Puedes leer los anteriores aquí:
Típicos tópicos del mundo laboral – Intro
Típicos tópicos del mundo laboral – ¡A mi que me formen!
Típicos tópicos del mundo laboral – ¡Eso no es cosa mía!
Para lo que me pagan, ¡yo paso!
Esta es para mi, sin duda, la frase estrella. La que más veces he escuchado y la que más rabia me da. Es cierto que al principio (y en ocasiones durante toda nuestra vida) no se nos paga demasiado bien. Pero aunque el tema de los salarios en España sea un poco de risa, parte de la culpa la tenemos nosotros. Hay gente que sí consigue tener un salario bastante digno así que no digo que sea fácil, pero imposible no es.
Tal y como yo lo veo, -y así lo he hecho durante toda mi carrera profesional y la verdad es que no puedo quejarme del resultado-, si pensamos que nos pagan poco y después de negociar una subida no la conseguimos, tenemos principalmente dos opciones: conformarnos y quedarnos allí, o buscar otro trabajo en el que nos paguen mejor. Y esta última suele ser la opción acertada, aunque quizá nos interese quedarnos porque estamos aprendiendo mucho o porque nos permita otra serie de cosas que sean importantes para nosotros, como por ejemplo disponer de más tiempo libre (el dinero no los es todo, pero cuando empiezas sé que es algo muy importante).
El problema viene cuando decidimos quedarnos y no tenemos un buen motivo, ya que lo más probable es que empecemos a quejarnos. Todo el día. A todas horas. De todo. Estamos enfadados y eso hace que solo veamos la parte negativa, cosa que nos machaca por dentro. Y también machaca bastante a nuestros compañeros. Además, es bastante probable que nuestro rendimiento empiece a empeorar, que dejemos de aprender, que dejemos de esforzarnos. Y los más perjudicados seremos nosotros mismos.
Cuanto más tiempo pasemos en esa situación menos posibilidades tenemos de que nos suban el sueldo, y menos posibilidades tenemos también de que nos contrate otra empresa y nos pague una pasta. Nadie quiere un empleado con bajo rendimiento y que no hace más que quejarse…
Dicen que todo el mundo gana lo que cree que se merece, porque si alguien pensara que se merece más, no dejaría de buscar hasta conseguirlo.
Es difícil, si, pero es posible. Si pensáis que os pagan poco no lo dudéis, tenéis que cambiar de trabajo. Pero no vale con dejar de trabajar y esperar a que alguien nos haga una super-oferta. Las cosas no suceden así. Os tocará seguir con ese trabajo y, además, hacerlo siempre lo mejor que podáis. No por la empresa, como piensan muchos, si no por vosotros mismos.
Y mientras, empezar a buscar un trabajo nuevo. Y quizá tengáis que aprender alguna tecnología de moda porque ahora es lo que mejor se paga. Y lo más probable es que no tengas la oportunidad de hacerlo en tu trabajo actual, así que te tocará echar unas cuantas horas extras en casa aprendiendo estas cosas nuevas. Pero merecerá la pena. Y algún día, encontrarás ese trabajo en el que se te valore más, y te paguen mejor.
Quien tiene un por qué para vivir soportará casi cualquier como. Friedrich Nietzsche
Y con esto terminaba con los tópicos, pero antes de terminar la charla quise dejarles una reflexión en la cabeza. Hacer lo que amas o amar lo que haces, ¿qué importa más?
Personalmente creo que nunca llegarás a hacer lo que amas si antes no amas lo que haces. Como hemos ido viendo (y como ya sabréis si leéis de vez en cuando este blog) la vida no siempre es perfecta. Nuestras circunstancias están ahí y no podemos olvidarnos de ellas, y aunque está de moda lo de encontrarse a uno mismo y dedicarse a lo que más nos guste a cada uno (El Elemento, como diría Ken Robinson), no siempre es fácil. Ni rápido. Y para conseguirlo muchas veces tendremos que hacer cosas que no son precisamente lo que más nos gusta.
Sin embargo, cuando amas lo que haces, cuando le pones una dosis extra de cariño y buscas como sea una forma de disfrutar haciéndolo, las cosas salen bien. Y cuando las cosas salen bien nos acercamos un pasito más a nuestro destino. No digo que no sea importante buscar lo que más nos gusta. ¡Por supuesto que es importante! Y si lo hacemos bien lo conseguiremos y con un poco de suerte hasta podremos vivir de ello. Por suerte o por desgracia no solo hay que hacer cosas que no nos gustan para conseguir lo que queremos. Hay que hacerlas bien. Y para eso tienes que amar lo que haces. Siempre.
Foto de cabecera: GotCredit