Exámenes… ¡a por ellos!
Hace pocos días hablaba con Lucía -la hija de 13 años de unos buenos amigos- sobre los exámenes y los nervios que la provocaban. Sinceramente creo que el sistema educativo actual está obsoleto y no saca a relucir el gran potencial de sus consumidores, los alumnos, pero este es otro tema. Después de una semana bastante activa y con poco tiempo para la lectura había decidido relajarme un rato en el sofá y ponerle remedio, pero a las pocas páginas se me pasó una idea por la cabeza: ¿seré capaz de escribir algo que ayude a Lucia y otros alumnos a mejorar su rendimiento en los exámenes? Aunque tenía muchas ganas de seguir leyendo interrumpí la lectura y empecé a escribir, ¡tenía que intentarlo!
Ha llegado la hora y de nada sirve lamentarse por no haber estudiado más. Se han repartido las cartas y la partida ya ha empezado. No hay más descartes. No va más. El objetivo es hacer la mejor jugada posible con las cartas que tenemos. ¿Cómo lo conseguimos? Queridos niños, adolescentes, jóvenes universitarios y demás alumnos, aquí os dejo algunos consejos ¡Espero que os sirvan!
Motivación y pensamiento positivo
Tenemos que eliminar de nuestra cabeza cualquier pensamiento negativo. Voy a suspender, tenía que haber estudiado más, esto no me lo sé… todos estos pensamientos generan estrés y reducen nuestras capacidades cognitivas. Dicho de otra forma, nos hacen más tontos. Ha llegado el momento de asumir nuestra situación y sacarle el máximo partido, sea cual sea. Ya habrá tiempo para aprender a tener mejores cartas en la próxima partida.
Sonríe, salta, baila, confía en ti mismo, imagínate siendo capaz de hacerlo, piensa en cosas bonitas, dale un abrazo a un compañero que esté más nervioso que tú, aprieta fuerte los puños y levántalos como si acabaras de ganar una carrera, repítete una y mil veces que vas a hacerlo lo mejor que puedas, que estás preparado para sacar lo mejor de ti y visualiza el resultado que quieres obtener.
Los pensamientos positivos nos hacen más listos, así que si es necesario puedes hasta autoengañarte. Si si, eso que te dicen siempre de «no te engañes a ti mismo» está bien para otras situaciones, pero ahora no. No importa si es verdad o mentira, lo que importa es que llenes tu cabeza de pensamientos positivos para poner al cerebro en modo superhéroe.