Nov 25, 2014 | Blog posts |
No me gusta pedir que se compartan mis post. Me gusta que se lean, me encanta cuando recibo algún comentario y me emociono cuando consigo que alguien sea un poco más feliz. No nos engañemos, por supuesto que me gustaría que me leyera mucha gente y poder asesorar a muchas personas y empresas para ayudar a mejorar muchas cosas, y vivir de ello. ¡Y vivir bien! Tanto como para poder permitirme el lujo de ser más solidario. Pero no tengo prisa, si sigo esforzándome ese momento llegará, ¡estoy seguro!
Estaba en el sofá empezando a leer «Los 88 peldaños del éxito» de Anxo Pérez (con el que tuve el placer de intercambiar unas palabras durante el V Congreso de Mentes Brillantes que organiza El ser Creativo) y no podía quitarme una cosa de la cabeza. En la parte posterior del libro (le he dado la vuelta para la foto) se podía leer el siguiente mensaje «El 100% de mi beneficio será donado al orfanato de Fuling en china». ¡Me encantaría poder hacer algo así! -Algún día lo haré-, pensé. Y de repente se me pasó algo por la cabeza.
Nov 24, 2014 | Blog posts |
El pesimista se queja del viento. El optimista espera que cambie. El realista ajusta las velas
William George Ward
La vida está llena de dualidades. El bien y el mal, el día y la noche, la cara y la cruz. Hay que ser optimista y positivo, pero no podemos perder de vista la realidad en ningún momento. Y a veces hay que resignarse. Es estúpido pensar que siempre podemos cambiarlo todo. No siempre es así. En la vida hay muchas cosas que no dependen de nosotros, y malgastar tiempo y energía en intentar cambiarlas es agotador. Tanto, que cuando tengamos delante lo que si podemos cambiar, quizá ya no tengamos fuerzas para hacerlo.
Nov 20, 2014 | Blog posts |
Voy a ver si consigo que os sintáis reflejados y luego empezamos a hablar. ¿Sabéis esas cosas que se nos pasan por la cabeza? Me apetece picar algo, voy a ver una peli, como me gusta estar con esa persona y que poco me gusta estar con esa otra, estaría bien leer un buen libro, creo que tomaré un café… ¿De dónde vienen esas ideas? ¿Qué hacemos con ellas?
Según los últimos descubrimientos la inteligencia tiene una arquitectura de dos niveles. Por un lado tenemos la inteligencia generadora encargada de captar, elaborar y almacenar la información. Esta inteligencia está en la zona de no consciencia e incluye a los sistemas cognitivo, motor y afectivo. Por mecanismos todavía poco conocidos parte de esta información pasa a lo que se denomina inteligencia ejecutiva donde seleccionamos, bloqueamos o ejecutamos las propuestas que nos hace la inteligencia generadora.
Nov 19, 2014 | Blog posts |
Recuerdo que cuando era niño leí una reflexión de Isaac Asimov en su libro «100 preguntas básicas sobre la ciencia» que cambió mi forma de pensar. Hablaba sobre si había algo más allá del universo a través de una historia, que en mi memoria se grabó así: Si una hormiga nace en mitad de Estados Unidos y camina en la misma dirección todos y cada uno de los días de su vida, y preguntamos a esa hormiga ¿qué hay más allá de la tierra? el día antes de morir, esta respondería -no tierra-.
Digamos que si no imposible, sería altamente improbable que la hormiga hubiera respondido -el mar, ¡está claro!-. Y es que no podemos saber que hay más allá de lo que conocemos. Sin embargo, el camino hacia dicho conocimiento es en ocasiones tan sencillo como ir, y descubrirlo.
Nov 17, 2014 | Blog posts |
Hace unos meses recibí una llamada de María, una buena amiga y antigua compañera de trabajo.
– Dani, ¡quiero que seas mi coach! He estado echando un vistazo y he llamado a varios pero no me convence ninguno, quiero que seas tú. Empezaríamos después del verano.
– ¡Muchas gracias María! Sabes que todavía no he empezado a ejercer de coach en serio, ¿verdad? Déjame que me lo piense y te digo algo.
Aunque llevaba ya varios años haciendo «coaching» con algunas personas de mi entorno, lo pongo entre comillas porque no era nada formal. Conversaciones, consejos y alguna inyección de motivación, pero sin ningún tipo de compromiso por ninguna de las partes. Y justo en el momento que empezaba a plantearme el gran salto recibo esa llamada. No creo en señales divinas pero me fío mucho de mi intuición, y no solo tenía unas ganas terribles de empezar, si no que además «sabía» que iba a salir bien.