Dic 18, 2014 | Blog posts |
Imaginar por un momento que un gato se sube a una estufa y se quema el culo. Lo más probable es que a partir de ese momento el gato no vuelva a subirse nunca a la estufa. Por un lado es normal, ya que como animal está programado para crear mecanismos de defensa que aseguren en la medida de lo posible la supervivencia. El problema es que si bien ese comportamiento es acertado cuando la estufa está encendida, cuando no lo está hace que el gato cometa un gran error: el gato no se subirá a una estufa FRIA para no quemarse el culo.
Las personas, como buenos animales, tendemos a comportarnos de manera similar. Por suerte nosotros tenemos la capacidad de replantearnos las cosas. Por desgracia lo hacemos sólo cuando las consecuencias de no hacerlo son demasiado peligrosas. Además, como vemos en la foto, estos dos gatos no parecen haberse quemado nunca el culo, ¿verdad? Está bien, ¡cambiemos de animal!
La parábola de la rana y la olla de agua hirviendo
Si se echa una rana a una olla con agua hirviendo, la rana dará un salto para salir inmediatamente de la olla. Y conseguirá salir con un buen susto pero sin mayores percances. En cambio, si se echa a la rana a una olla con agua del tiempo y poco a poco vamos subiendo la temperatura del agua de la olla, la rana no saltará. Se irá aclimatando poco a poco hasta que, desgraciadamente, sea demasiado tarde para saltar y muera hervida.
Dic 12, 2014 | Blog posts |
Permíteme que empiece con una pregunta que quizá te incomode, ¿por qué no lo estás haciendo ya?
Creo que el problema está en la pregunta, concretamente en la última palabra: trabajar. Mucha gente no está trabajando en lo que quiere porque no sabe cómo ganar dinero haciéndolo. O no el suficiente. ¿Qué sucedería si cambiamos esa última palabra? Por ejemplo, déjame que te pregunte ¿qué te gustaría ser? Empieza a ser más fácil, ¿verdad? Pero si hay una reflexión que tengo grabada a fuego en la cabeza es la siguiente: «la gente es lo que hace, lo que dice es lo que le gustaría ser», así que haré un último cambio y empezamos: ¿qué te gustaría hacer?
Así a lo tonto, cambiando un par de veces una sola palabra, hemos cambiado radicalmente nuestras posibilidades sobre nuestro objetivo. ¿No te lo crees? Tenemos un concepto curioso -y bastante alejado de la ciencia- sobre el trabajo. Según la wikipédia, «en mecánica clásica, se dice que una fuerza realiza trabajo cuando altera el estado de movimiento de un cuerpo». Yo no veo por ningún lado que el cuerpo le pague ningún dinero a la fuerza, ¿y tú?
El problema es que hemos creado un vínculo demasiado fuerte entre trabajar y ganar dinero cuando, en mi humilde opinión, este vínculo no es tan fuerte. O al menos no existe una correlación directa. Si bien son dos elementos que siempre van acompañados, no siempre que trabajamos más ganamos más dinero. No ganamos más dinero cuando trabajamos más, ganamos más dinero cuando trabajamos mejor, y para eso hace falta experiencia, práctica, aprendizaje, y nada de esto es posible sin pasar a la acción.
Dic 9, 2014 | Blog posts |
Creo que uno de los mayores problemas del mundo empresarial “moderno” es que hemos pasado de aprendices y maestros a jefes y empleados, pero se nos ha olvidado cambiar las reglas del juego.
Puede parecer lógico, al menos desde un punto de vista conservador, que un maestro tome las decisiones y un aprendiz acate las “órdenes”. Cuando hablamos de aprendiz y maestro todos tenemos clara la foto. Dos personas realizando el mismo, o casi el mismo trabajo, con la salvedad de que una tiene muchísima más experiencia y pericia que la otra. Y aunque creo que existe cierta predisposición, al talento se llega después de muchas horas de trabajo, así que no me parece mala forma de actuar.
Dic 4, 2014 | Blog posts |
Si hay algo de lo que nos tenemos que adueñar es de nuestro tiempo. ¡Es nuestra posesión más importante! Lloro cuando oigo cosas como «aquí, matando el tiempo». ¿Matando el tiempo? ¿En serio? ¡Regálamelo a mí! No digo que tengamos que estar todo el día haciendo cosas, digo que tenemos que adueñarnos de nuestro tiempo. Si queremos descansar, ¡hagámoslo! Pero no perdamos el tiempo.
Si existe una pérdida irremplazable, sin duda es la pérdida tiempo.
Los que me conocéis bien sabéis que tengo una costumbre algo diferente a la hora de ponerme las alarmas del móvil (para despertarme, para tomarme mis pastillas…). Me gusta utilizar horas raras. Por ejemplo, ahora mismo mi despertador suena cada mañana a las 8:24 y me recuerda a las 21:32 que ya debería haberme tomado mis pastillas. ¿Queréis saber por qué lo hago?
Dic 1, 2014 | Blog posts |
¿Qué tal vais de concentración? ¿Habéis probado a meditar alguna vez? Hay experimentos que confirman que cuanto más concentrado estás, menos activas la amígdala (esto se ha conseguido saber haciendo un seguimiento de resonancia magnética funcional sobre personas que meditaban, ya que la meditación es el estado más alto de concentración). Y en la amigdala tenemos nada más y nada menos que el centro de alarma de las emociones negativas. También se ha demostrado que la meditación desplaza el punto basal de la felicidad (aunque nuestro humor varía, al final regresamos a lo que se conoce desde 2004 como el punto nodal de la felicidad) hacia la derecha (más felices).
No soy ningún experto, pero desde hace unos años acostumbro a hacer ejercicios de relajación de vez en cuando. Una especie de meditación «light» que me sirve para tranquilizarme y descubrir qué arma tanto revuelo en mi cabeza cuando me noto tenso. También me sirve para controlar el estrés y para vaciar la cabeza de cosas antes de emprender alguna acción que requiera atención plena. ¿Queréis saber cómo lo hago?