Seleccionar página

Por estas fechas suenan, además de villancicos, otras cantinelas de menor reputación pero igualmente extendidas: a ver qué tal se nos da el año que viene, espero que sea mejor que este, a peor no podemos ir, reza para que toque un año bueno… ¿en serio? ¿año tras año?

Al igual que digo que hay que salir de vez en cuando de la zona de confort, también pienso que para mejorar hay que centrarse en la zona de influencia. Hay cosas que no podemos cambiar y no podemos quedarnos mirando a ver qué pasa, ni debemos malgastar nuestra energía en ellas. Tenemos que centrarnos en lo que sí depende de nosotros, en nuestra zona de influencia, y actuar. Tenemos que centrarnos en lo que le vamos a dar al 2015 y no en lo que él va a devolvernos. 

¿Qué le vas a dar al 2015? Tenemos que dejar de buscar excusas y atrevernos. Hacer más que pensar. Intentar más que soñar, ¡y soñar mucho! Hay pocos que cautiven contando las cosas que harán, sin embargo una buena historia contada en pasado es emocionalmente demoledora. No deja a nadie indiferente.

Alejémonos por un momento en el tiempo, demos una vuelta más al sol y situémonos exactamente en este mismo momento pero un año más tarde. Imaginemos que alguien nos pregunta cómo ha ido el 2015. ¿Qué os gustaría responder? ¡Ese es vuestro objetivo para el 2015! Y mañana todos deberíamos dar el primer paso hacia el. Sea cual sea, grande o pequeño, incluso aunque no estemos seguros de la dirección. No será el último error que comentamos y cuanto antes asumamos que los errores forman parte del camino, mejor.

No va a ser fácil, no todo el mundo nos apoyará, no siempre saldrá todo bien a la primera. Pero eso en realidad no importa. No es donde llegas sino la persona en la que te conviertes en el camino, lo que de verdad importa. Y cuanto más duro sea el camino mejor será esa persona en la que te vas a convertir. Lo fácil ilusiona de forma transitoria porque en realidad no ha provocado ningún cambio en nosotros. Lo difícil, sin embargo, nos marca de por vida ;)

Querido 2015, prepárate porque, ¡voy a darte caña! Sé que no me lo vas a poner fácil y por eso te doy las gracias de antemano. Si sé que este año que empieza va a ser un año inolvidable es porque, pase lo que pase, voy a hacer que suceda. ¿Y vosotros? ¿Qué le vais a dar al 2015?